Sunday, 26 March 2023

Delight / Deleite

Ribes sanguineum


I love pink for its femininity. It is the colour of delight.  Pictured is flowering currant whose life in flower is early and short. It smells like Ribena. You can make a delicious syrup from it for pancakes or to drizzle on cakes.  You can make a "champagne". I made some around this time last year, so this is probably what mum's enjoying here:



 

There is something delightful about being invited to dance by look - first, the emotional risk both parties endure before the synthesis, the prize of one another.

Tirsesias lived first as a man, then as a woman, so was well placed to answer the question, put by Zeus and Hera whether sex was better as a man or as a woman. 

Dancing tango, I have been both inviter and invitee. I have even, often, been invited but then found he, or occasionally she expected me to lead them, something disconcerting.  So I think I can say it is more delightful to be chosen than to choose. The most feminising part of all this is not the dressing up, the behaviour to attract an invitation, it is the being chosen.  

Men do not miss out though, because women choose them by signalling their interest.

Added to that agreeable game is the subtlety and speed and ephemeralness of it all. Blink, turn your head, have a doubt, check your phone and you could miss it all.

If you are struggling to recall Tiresias's answer, there are many variations to the story, but in one of the classic versions he said "Of ten parts a man enjoys one only". For this, Zeus blinded him, but, perhaps regretting that impetuosity, also gave him the gift of seven lives and of prophecy.

*

Me encanta el rosa por su feminidad. Es el color del deleite.  En la foto hay un grosellero florido cuya vida en flor es temprana y corta. Huele a Ribena, una bebida de grosella negra aquí en el Reino Unido. Con esta flor se puede hacer un sabroso jarabe para tortitas o para rociar pasteles.  Puedes hacer un "champán". El año pasado por estas fechas preparé esta bebida, así que probablemente sea lo que mamá está disfrutando en la foto de arriba.


Hay algo delicioso en ser invitado a bailar por la mirada: primero, el riesgo emocional que ambas partes soportan antes de la síntesis, el premio del otro.


Tirsesias vivia primero como hombre y luego como mujer, por lo que podía responder a la pregunta de Zeus y Hera, de si el sexo era mejor como hombre o como mujer. 


Bailando tango, he sido tanto invitante como invitada. Incluso, a menudo, he sido invitada pero luego me he encontrado con que él, y ocasionalmente ella, esperaba que yo les llevo, algo desconcertante.  Así que creo que puedo decir que es más exquisito ser elegida que elegir. La parte más feminizante de todo esto no se trata de vestirse bien, tampoco es el comportamiento para atraer una invitación, es el hecho de ser elegida.  Los hombres no se lo pierden, porque las mujeres les eligen señalando su interés.


A este agradable juego se añade la sutileza, la rapidez y lo efímero de todo ello. Parpadea, gira la cabeza, ten una duda, consulta el teléfono y podrías perderlo todo.


Si te cuesta recordar la respuesta de Tiresias, hay muchas variantes de la historia, pero en una de las versiones clásicas dijo: "De diez partes, el hombre sólo disfruta de una". Por ello, Zeus le cegó, pero, quizá lamentando aquella impetuosidad, también le concedió el don de las siete vidas y de la profecía.


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